Aprender una nueva lengua es siempre una aventura con muchos desafíos y gratificaciones.

La mayor de esas gratificaciones es el cambiar un conocimiento superficial de una cultura por uno integral, y que da una conciencia más profunda de la manera en que los integrantes de esa cultura construyen su mundo y su realidad a través de las palabras. Tratar de conocer un idioma sin conocer su cultura, es conocer sólo una fracción de lo que los sonidos y los signos que conforman ese idioma están expresando. En cualquier idioma, la historia acumulada del hablante se puede descubrir en vocablos, expresiones e irregularidades que son únicas a esa cultura.

En el caso del idioma Japonés, es incluso más visible, ya que apenas comenzamos a estudiar el idioma nos encontramos con la necesidad de aprender grafías que expresan momentos históricos diversos, y la relación que ha tenido la cultura japonesa con el mundo que la rodeaba. Tal es el caso de los caracteres chinos (kanji) que fueron asimilados, pero también adaptados, y de la oposición entre katakana, usado frecuentemente para palabras extranjeras, y hiragana, utilizado para los vocablos de origen nativo.

De acuerdo a los objetivo que tengamos, podemos enfocar nuestros estudios por un camino u otro, haciendo énfasis en las necesidades específicas del uso del idioma que tendremos.

Es así como tenemos 3 propuestas para que aprendas Japonés: